El libro nos relata la existencia de Marina Mun de Salcedo, una malagueña con un don para tocar el piano y muy inteligente, que se ve envuelta en una trama de la que ni ella misma sabe que es la protagonista. Marina se ve obligada a exiliarse en Paris, huyendo de la Guerra Civil Española, después de que fusilasen a sus padres y a un gran amigo suyo. Se exilia en Paris con una gran amiga suya, Deray, a la que visita con asiduidad, al igual que a su amigo Picasso, aunque a éste lo visita con menos frecuencia. En la ciudad del amor Marina encuentra un gran aliado en la calle, Pancho, un perrito que la sigue a todas partes y se hace su mejor amigo y mejor compañero de viaje.
Es allí, en Paris, donde se cruza con un jefe militar nazi, herr Kennen. Este militar nazi se obsesiona con ella de tal forma que no para hasta conseguir que Marina sea suya y la lleva prisionera a su casa. Marina intenta escapar en varias ocasiones, sin obtener resultado alguno. En uno de estos intentos Kennen resulta herido de gravedad por la propia Marina, la cual en vez de aprovechar la ocasión para intentar escapar, se queda con el salvándole la vida que poco antes intentó arrebatarle.
Uno de los motivos por los que Kennen está en Paris es porque está investigando unos manuscritos muy antiguos que se creían perdidos (o que no convenía que se supiese de ellos), y que esconden un secreto que, de ser desvelado, podría cambiar el curso de la historia y de la existencia de Marina.
Junto con Kennen, Marina vive intensas aventuras en las que se ve envuelta de forma obligada, al principio, y después de forma intencionada por su parte. Marina, con el tiempo, comienza a sentir algo por Kennen y también comienza a sentir curiosidad por esos manuscritos que tienen tan absorto al oficial. Lo que ella no sabe es que esos manuscritos terminarán por hacer que su existencia sea algo más complicada que la de una gran pianista.
Los manuscritos hablan sobre una mujer, Lilith, apodada el espíritu eterno, la cual es la primera mujer de la creación. Lilith decidió no someterse ni a Dios ni a Adán, por lo que es considerada como la figura más importante que se haya opuesto a Dios. Así Dios le impuso un castigo divino a Lilith: errar maldita.
Mientras descubren toda la verdad que esconden los manuscritos, Kennen cae enfermo y muere en los brazos de Marina, no sin antes confesarle el militar a la joven que sus sospechas se han confirmado y que ella, Marina, es Lilith. Marina al principio cree que las palabras de Kennen son fruto del delirio propio de su enfermedad, pero poco a poco va atando cabos y se da cuenta de que es cierto, de que ella es el Espíritu Eterno.
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